El número de sesiones varía de acuerdo con el color de la piel, color y espesor del vello y del tamaño del área que será depilada.
En general, las personas con piel clara y vellos gruesos y oscuros necesitan menos sesiones que las personas con piel morena y vellos delgados, por ejemplo. Lo ideal es comprar un paquete de 5 sesiones y, en caso de que haya necesidad, comprar más sesiones.
Las sesiones pueden ser realizadas con un intervalo de 30-45 días y, cuando los vellos surjan, se aconseja la depilación con rastrillo o cremas de depilación, si no fuera posible esperar hasta el día del tratamiento con láser. EL uso de rastrillo o cremas de depilación se permiten ya que logran preservar la estructura del vello, sin comprometer el tratamiento.
Las sesiones de mantenimiento son necesarias porque pueden haber folículos inmaduros, que aún podrían desarrollarse después del tratamiento. Como estos no tenían melanocitos, el láser no logra actuar sobre ellos. Por ello, se recomienda realizar 1 sesión de mantenimiento después que vuelvan a surgir vellos, lo cual varía de persona a persona, pero casi siempre sucede después de 8 a 12 meses.