El ácido hialurónico es uno de los ingredientes de más éxito en cosmética y en medicina estética. Y aunque algunos productos a veces se vuelven muy populares para luego decaer o pasar a segundo plano, la investigación ha ido demostrando en los últimos años que los beneficios del ácido hialurónico no son pasajeros ni fruto de una moda, sino que han llegado para quedarse. La razón: es uno de los mejores ingredientes para cuidar y rejuvenecer la piel. A modo de definición, el ácido hialurónico es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucano. En otras palabras: es un tipo de azúcar.
Y lo primero que debemos saber es que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, especialmente en la piel. Y que actúa para asegurar su estabilidad y mantenerla protegida y renovada constantemente.
Sus propiedades son espectaculares, ya que tiene una impresionante capacidad para retener la humedad: ¡una sola molécula puede contener hasta 1.000 veces su propio peso en agua! Otro dato interesante para comprobar su espectacular poder: un gramo de ácido hialurónico puede contener hasta seis litros de agua. Parece magia, sí. Y es el motivo por el cual ayuda a mantener hidratada nuestra piel. Eso explica por qué los sueros y cremas cosméticas llevan ácido hialurónico. Además, como está presente de forma natural en el organismo, la piel lo tolera muy bien.
Una piel bien hidratada es más firme y tiene un brillo más luminoso. En cambio, una piel deshidratada aparenta mayor opacidad, le falta brillo y aparece más holgada. Por otro lado, el ácido hialurónico actúa como una esponja, capaz de retener grandes cantidades de agua en la piel, y así le aporta volumen, además de reducir las arrugas y disimular las líneas de expresión y revitalizar las capas superficiales externas de la piel.
Al mismo tiempo, el ácido hialurónico aporta una apariencia saludable a la piel, por lo que se pueden resumir aquí sus principales beneficios:
- Mantiene la correcta estructura de la piel.
- Retiene el agua en la epidermis, pues hidrata de forma natural.
- Facilita la reparación celular.
- Rellena las arrugas.
La capacidad del ácido hialurónico de retener la humedad es de gran relevancia para tratar el envejecimiento de la piel. Cuando somos jóvenes, nuestra piel retiene el agua y mantiene un equilibro adecuado de humedad.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y especialmente una vez cumplidos los 35 años, la producción natural del ácido hialurónico se reduce y provoca pérdida de firmeza y volumen, produciéndose un envejecimiento de la piel.