Las buenas noticias son que se dispone de tratamientos médicos de prescripción eficaces y que cuanto más precozmente se inicie el tratamiento tanto menor será el riesgo de daños físicos y emocionales persistentes.
Conociendo los cuatro factores del acné y las opciones de tratamiento médico
Antes de decidir qué tratamiento utilizar, es importante identificar los síntomas que están causando el problema. Los tratamientos para el acné leve a moderado tienden a abordar uno o más de los cuatro factores atribuidos al proceso. Actúan por medio de:
Tratamientos médicos para los síntomas del acné
Para cualquier problema cutáneo es esencial seguir una pauta diaria de cuidado cutáneo con productos apropiados. Aunque no existe "cura" para el acné, los síntomas pueden tratarse utilizando terapias médicas y no médicas. Suelen aconsejarse procedimientos médicos para las formas más graves de acné o cuando se han probado alternativas no médicas sin conseguir resultados.La primera opción terapéutica para el acné grave sería el uso de gel, crema o loción tópica.
Entre los tratamientos médicos destacan los siguientes:
Reducir la producción de sebo y, por tanto, controlar la seborrea.
Acelerar el desprendimiento de células cutáneas superficiales (descamación) y, en consecuencia, ayudar a afrontar la hiperqueratosis.
Combatir la infección bacteriana causada por colonización microbiana.
Reducir la inflamación y, a su vez, atenuar las marcas, pápulas y pústulas