Tener las Certificaciones adecuadas según la normativa creada por el Parlamento Europeo es un gesto de generosidad hacia el consumidor final. La motivación principal es cubrir de tranquilidad a las personas que van a exponer su piel a la tecnología láser o de luz.
El decreto 745/2017 obligaba al cumplimiento de invertir en certificaciones para amparar la tecnología bajo la protección de título como producto sanitario.
Actualmente, esa regulación ha cambiado y ha pasado a ser de obligado cumplimiento ademas de sancionable si no se ejecuta.