El procedimiento se realiza mediante microinyecciones en la dermis profunda o en zonas específicas como rostro, cuello, escote o manos. El protocolo recomendado para obtener resultados óptimos consiste en 3 sesiones, espaciadas cada 2 a 4 semanas, seguido de un mantenimiento cada 4 a 6 meses para prolongar los efectos. Desde la primera aplicación se empiezan a notar cambios en la textura y luminosidad, pero el verdadero potencial se aprecia de forma progresiva al completar el ciclo.
Es un tratamiento mínimamente invasivo, con una recuperación rápida y sin alterar la forma natural del rostro. Al trabajar de manera bioestimulante, los resultados son graduales, naturales y duraderos, adaptándose a la piel de cada paciente.
Los posibles efectos secundarios son leves y temporales, como enrojecimiento o ligera hinchazón en la zona tratada, que suelen desaparecer en pocos días. Está contraindicado en casos de embarazo, lactancia, alergia a los componentes o presencia de infecciones o inflamaciones activas en la piel.
- Reestructuración profunda de la piel, mejorando firmeza y densidad.
- Hidratación prolongada desde el interior.
- Efecto lifting natural sin añadir volumen artificial.
- Protección antioxidante frente a radicales libres.
- Mejora visible de la textura, suavizando líneas finas y arrugas.